Lo de aquí y lo de allá

Muestro aquí una foto de unas papas bravas y una sangría algo diferentes de las que generalmente sirven en España. Pero estaba tan tan bueno! Es un hecho que los restaurantes quieren diferenciarse y realizan modificaciones a platos tradicionales. Reconozco que la mayoría de la veces, estas "reinvenciones" no me agradan mucho (para mi, en estos casos, lo clásico es lo mejor). Pero en este barecito, si que se lucieron!. Las patatas bravas con salsa romesco y mayonesita casera y la sangría preparada tan delicadamente, que parecía más bien un tequila sunrise!. Bravo! Para no desmerecer a las papas bravas tradicionales y a la sangría de siempre, coloco aquí una foto que descargué por internet de aquellas que me parecen que representan lo tradicional (Cuando vuelva a comer unas patatas bravas y una sangría clásica, prometo subir mi propia foto!).  Cada vez que voy a un barecito en España, se me hace agua la boca al pensar pedir las famosas papas bravas. Son las ...

Hoy voy a hablar del plato de Cataluña que se ha ganado un lugar especial dentro de mis preferencias culinarias: los c alçots!    Un  calçot   es una cebolla blanca, tierna y un tanto dulce, típica de un pueblito llamado Valls (provincia de Tarragona, al sur de Cataluña) y que se consume por todo el país. Un agricultor del norte, me ha dicho que su consumo en esa región ya es muy común, pero que hace unos 6 años, era poco frecuente comer cal ç ots allí. Lo que si es cierto, es que los cal ç ots de Valls tienen denominación de origen y, si visitan Cataluña, este será uno de los platos típicos más mencionados por sus habitantes. El nombre tiene su origen en la manera de cultivar estas cebollas, a las que van "calzando" con tierra ( calçar  en catalán), de manera que la parte blanca y gustosa sea más larga que la que se obtendría si se cultivase de manera tradicional.  La época para saborearlos es a finales de invierno y se consumen como plato de ...

Había visitado Francia muchas veces y, por supuesto, cada vez que salía a comer, pedía postres diferentes para saborear las delicias de la cocina francesa. Pero fue al llegar a Grenoble que descubrí uno de mis postres preferidos: El Café Gourmand!. Una combinación de dos de mi pasiones: un buen café y varios "mini" postrecitos que varían según la temporada, la temática del restaurant y el gusto del chef. Generalmente, pido sólo un café o comparto el postre con mi esposo, lo cual trae alguna que otra divergencia del tipo "Joey doesn't share food". Pero con el café gourmand tenemos el problema resuelto: un buen café (generalmente un café negro y largo) con una combinación de pequeñas delicias hechas a medida y en simpáticos utensilios especiales para ello. O simplemente, pequeños trozos obtenidos de postres de tamaño tradicional, que se combinan y son presentados de una manera en la que sólo se te puede hacer agua la boca!. Para los que no aman el café, no hay...